Identificación de argumentos

Es importante aprender a distinguir a los argumentos de meros grupos de proposiciones que no cumplen con los requisitos necesarios para hablar de argumentos. Recuerda que los argumentos consisten en grupos de proposiciones en los que hay algunos que actúan como premisas que, en virtud de la inferencia lógica, justifican otra proposición que llamamos conclusión. Por el momento aprenderemos a identificar argumentos, sin pronunciarnos sobre si se trata de buenos o malos argumentos (válidos o inválidos); esta cuestión la trataremos un poco más adelante, y constituye el grueso de Aprende Lógica.

Para decidir si estamos ante un argumento o no, simplemente apelaremos al sentido común y a un sencillo análisis del texto sobre el que hayamos de decidir, centrándonos en los siguientes aspectos:

  1. El texto, ¿tiene una conclusión?. Si es así, ¿cuál es?
  2. El texto ¿ofrece razones que apoyen la conclusión?, es decir, ¿hay premisas? Si es así ¿cuáles son?
  3. El texto ¿presume que hay una relación inferencial entre premisas y conclusiones?

Presunción de facticidad y presunción de inferencia

Quien presenta un argumento esta formulando (explícita o implícitamente) dos presunciones acerca de dicho argumento. Una es la presunción de facticidad, es decir, da por sentado (asume) que las premisas que se proporcionan son, de hecho, verdaderas. La segunda presunción es la presunción de inferencia, que asume que las premisas están conectadas con la conclusión de tal forma que la fundamentan, que le dan apoyo. De hecho esta relación inferencial entre premisas y conclusión es el núcleo de la lógica, y nuestro principal objeto de atención en Aprende Lógica, y la analizaremos de distintas maneras y desde diferentes ángulos.

Siempre que tratamos de convencer a alguien de algo argumentando ponemos en juego estas dos presunciones: la de facticidad para reclamar la relevancia real del asunto tratado en las premisas, y la de inferencia para mostrar la conexión entre las premisas y la conclusión. Por tanto, para decidir si estamos ante un argumento o no, debemos identificar se están presentes de manera adecuada tanto la presunción de facticidad como la de inferencia.

Si no es un argumento, ¿qué es?

Un buen método para determinar si una porción de discurso (hablado o escrito) no es un argumento, es identificar qué es entonces. A continuación ofrecemos un lista de posibles alternativas cuando no encontramos en una porción de discurso premisas, conclusión o relación inferencial lógica entre ambas.
(Haz clic en los enlaces de la columna de la derecha para acceder a ejemplos de cada uno de los tipos descritos)

Advertencias No se proporcionan razones (no hay premisas). Predomina la función apelativa y conativa. Ejemplo de advertencia
Enunciación de una creencia u opinión No se proporciona un fundamento sólido, real para tal creencia u opinión. Aunque puede que exista la pretensión de que se reconozca tal creencia u opinión como verdadera, no hay un desarrollo sistemático de premisas-inferencia-conclusión en apoyo de lo enunciado. Ejemplo de creencia
Proposiciones vagamente relacionadas Las proposiciones no están conectadas por relación inferencial alguna. Ejemplo de proposiciones vagamente relacionadas
Informes Son simples enumeraciones de hechos, del tipo que aparecen en las noticias de los periódicos. No hay intención de probar nada, simplemente, se proporciona información sobre los hechos. Ejemplo de informe
Ilustración Simplemente se ofrecen ejemplos de algo. Ejemplo de ilustración
Enunciados condicionales Son enunciados con la estructura "Si... entonces..." Los enunciados condicionales no son argumentos en sí mismos, pero los argumentos con frecuencia se componen de varias proposiciones de este tipo. Lo que sigue al "si..." se denomina "antecedente" (es decir la condición), y lo que sigue al "entonces..." es el "consecuente" (es decir lo que sucede cuando se cumple la condición). Ejemplo de enunciado condicional
Explicaciones Consiste en una aclaración de por qué algo es el caso. Una explicación a veces es difícil de distinguir de un argumento porque también involucra razones (similares a las premisas). Pero, a diferencia de los argumentos, donde la conclusión es "nueva" información, en una explicación el enunciado que es explicado (el explanandum, la parte que parece la conclusión) es normalmente un hecho comúnmente aceptado. El explanans (los enunciados que sirven para aclarar, que pueden ser similares a las premisas) es la nueva información de una explicación, mientras que las premisas son los hechos aceptados en los argumentos.
En los argumentos se busca fundamentar información nueva a partir de información ya aceptada, mientras que en las explicaciones se busca aclarar información ya bien establecida.
Ejemplo de explicación

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